El cuidar nuestra salud es algo muy importante en nuestras vidas, y más aún cuando estás por realizar un viaje, porque ante cualquier inconveniente con tu salud, tu viaje podría complicarse.
Podrás viajar siempre que prestes la atención adecuada a tu salud, teniendo en cuenta los siguientes puntos:
- Destino
- Cuánto tiempo
- Quién viajará contigo
- Qué experiencia tienen los viajeros
1. Destino:
Fundamental pensar en tu salud. No es lo mismo un viaje a Europa que un viaje a África, puesto que las condiciones medioambientales, la infraestructura y demás detalles son condiciones distintas.
Viajando a Europa podemos llevar un botiquín pequeño con ítems básicos como antialérgicos, analgésicos y medicamentos que tomamos regularmente ante cualquier molestia simple. Necesitando una asistencia al viajero, tendremos cobertura ante cualquier imprevisto con un simple llamado desde nuestro celular.
De acuerdo a la zona a visitar en África, las condiciones son distintas y tendremos que tener más cuidado en cuanto a la profilaxis (vacunas, vitaminas, repelentes, etc.), llevando un botiquín más completo que incluya antibiótico, potabilizadores, desinfectantes, etc.
En algunas zonas africanas, las comunicaciones podrán ser difíciles y las asistencias al viajero podrían tener restricciones. La prevención será fundamental: lavarse las manos, tomar sólo agua embotellada o potabilizada, lavarse los dientes con agua potable y redoblar el cuidado al viajar con un bebé.
A pesar de la higiene y el medio ambiente, en algunos casos nuestro propio sistema inmunológico influirá en cuanto a las bacterias comunes en ciertas regiones. Se entiende por eso que un lugareño pueda no enfermarse con cosas que sí pueden enfermar a nuestro organismo.
2. Cuánto tiempo:
Las precauciones a tomar tienen que ser mayores cuando el viaje es más corto. ¿Por qué? Durante un viaje de aventura de dos meses, por ejemplo, una diarrea de dos días no afectará el transcurso del mismo. Sin embargo en un viaje corto y con actividades programadas, esa misma diarrea podrá afectar mucho al viaje.
3. Quién viajará contigo:
La edad, el sexo, el estado físico y psíquico son elementales. Un viaje de aventuras no es lo mismo que un viaje tranquilo de placer. Cuando es de aventuras, el tiempo transcurre de otro modo, con otros tiempos que requieren buen estado físico y facilidad de adaptación. Además, no es lo mismo relajarse tomando un café para reponer energías en una zona urbana que tener que buscar agua potable en una región donde no es confiable beber agua del grifo.
4. Qué experiencia tienen los viajeros:
La planificación es fundamental: el saber qué, cómo y cuándo y el mantener la calma ante cualquier imprevisto. Viajar con un botiquín es muy importante, como el conocer el nombre de las drogas en lugar del nombre comercial, para saber pedirlas en caso de pérdida. Y viajar con prescripciones médicas, en caso de un imprevisto, será primordial.
Es muy importante tener en claro que, en primer lugar, el servicio médico profesional será decisivo, y nunca la auto medicación.
(Un aporte de Eduardo Giusiano / FAMILIA VIAJERA)